Trump ignora Altadena en su visita a incendios en California

Frustración de residentes en Altadena tras visita de Trump

La reciente visita de Donald Trump a las comunidades devastadas por incendios en California ha dejado a muchos residentes de Altadena sintiéndose ignorados. Mientras el presidente recorría las áreas afectadas en Pacific Palisades, donde las llamas arrasaron más de 6,700 estructuras, Steve Lamb, un residente de 67 años que perdió su hogar, expresaba su indignación. La comunidad de Altadena, conocida por su diversidad y por ser un centro histórico de la cultura afroamericana, también sufrió daños significativos, con más de 9,400 propiedades destruidas a causa del fuego.

La visión de un votante decepcionado

Lamb, exmiembro del consejo municipal de Altadena, critico la falta de atención que su comunidad ha recibido en comparación con otras áreas más acomodadas. «Si yo fuera el presidente, habría comenzado por aquí», comentó mientras miraba las ruinas de su hogar, una joya arquitectónica de más de cien años, diseñada por Louis B. Easton. Los recuerdos perdidos, como un juego de cerámica que tanto él como su esposa habían coleccionado, solo agravaban su desánimo ante la visita presidencial.

La verdadera magnitud del desastre

Mientras Trump se encontraba a aproximadamente 40 millas de Altadena, muchos allí expresaron su descontento. Alana Lewis, otra residente, señaló que la destrucción no se limitaba a Pacific Palisades. «Altadena tiene generaciones de familias afectadas por estas llamas. La devastación también es profunda aquí, y necesitamos ser escuchados», afirmó. Lewis, cuyo hogar sufrió daños por humo, se ha visto privada de su trabajo como cuidadora infantil, lo que ha afectado su economía personal.

Políticas y política

La visita de Trump a California se centró en acusar a los líderes demócratas del estado de mala gestión de los incendios. Sin embargo, muchos en Altadena no han podido evitar comparar la atención mediática y gubernamental que se dirige hacia su comunidad. Kamala Harris, la Vicepresidenta, visitó Altadena poco después de la toma de posesión de Trump, prometiendo trabajar para la recuperación de la zona.

Un llamado a la unidad

Selina Sanders, empresaria y residente de Altadena, también expresó su frustración por la politización de la crisis. «Es decepcionante ver a los líderes jugando a un juego político mientras muchos de nosotros estamos lidiando con el desastre. Espero que no se olviden de nosotros», afirmó. Sanders, quien también sufrió daños en su hogar, enfatizó la urgencia de un enfoque más humanitario que político en la recuperación.

A pesar de la controversia y la tensión, algunos residentes como Adina Catalanotti, exhibieron una actitud de resiliencia, reconociendo la pesadilla que han vivido tanto en Altadena como en Pacific Palisades. «Podemos seguir adelante y rezar», concluyó mientras continuaba su búsqueda de su gato desaparecido, encapsulando la fortaleza de una comunidad que se niega a ser olvidada.

Este evento ha ilustrado no solo la devastación provocada por los incendios, sino también la complejidad de las relaciones políticas en tiempos de crisis. Las voces de Altadena continúan pidiendo atención y apoyo en su proceso de sanación y reconstrucción.