La Doble de Dina Boluarte en Davos

Las celebridades suelen contar con su propia imagen a través de dobles o extras, una práctica común que les permite esquivar el contacto directo con fans y preservar su intimidad. Sin embargo, recientemente, la presidenta peruana Dina Boluarte pasó a ser el centro de atención debido a la controversia en torno a su aparente uso de un doble durante su participación en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.

Un Cambio Notable en el Discurso

En esta ocasión, Boluarte, que no es conocida por ser una celebridad en el sentido tradicional, hizo su aparición en Davos con un enfoque notablemente diferente al de hace un par de años. En su anterior participación, por su rol como vicepresidenta, ofreció un discurso incendiario defendiendo al entonces presidente Pedro Castillo y criticando fuertemente a la derecha política y a las empresas mineras. “Apenas empezamos hace nueve meses y todavía estamos como bebés,” había afirmado en ese entonces.

Durante ese discurso, no dudó en señalar las presuntas afectaciones medioambientales provocadas por la minería en el país, exclamando que “el Perú no es una isla donde está un Robinson Crusoe”.

La Nueva Dina: Un Discurso Irreal

Esta vez, Boluarte llegó a Davos con una vestimenta más elegante y un discurso supuestamente conciliador, diseñado para atraer inversiones extranjeras. Sin embargo, su intervención tomó un rumbo inesperado cuando proclamó que “el Perú ahora es un país que ha recuperado su tranquilidad política, económica y social”. Unas palabras bastante fuera de lugar, considerando el contexto de crisis que atraviesa el país.

Su afirmación sobre la calma en la nación resonó de manera extraña, especialmente tras recientes actos violentos, como la explosión de una carga explosiva frente al Ministerio Público de Trujillo. En lo que va de este año, ya se han reportado 106 asesinatos en el Perú, lo que genera una clara discordancia entre su mensaje y la realidad.

Promesas en el Aire

Además de declarar que su gobierno carece de corrupción y que trabaja con «manos limpias», Boluarte se enfrenta a múltiples investigaciones relacionadas con irregularidades en su gestión. Esto incluye casos como la distribución de atún en mal estado a niños en varias zonas del país.

A medida que avanza el tiempo, queda la incertidumbre sobre si Dina Boluarte realmente despertará de su «mundo irreal» y asumirá la responsabilidad necesaria para lidiar con la desestabilidad que amenaza al país. Una pregunta que inquieta a muchos peruanos: ¿cuándo se hará evidente la urgencia de afrontar la verdad? Nos reencontramos el próximo martes para seguir esta historia.