LeBron James brilla en el Madison Square Garden

En una noche memorable en el Madison Square Garden, LeBron James logró su tercer número 2,500 y décimo triple-doble de la temporada, contribuyendo con un respaldo impresionante de 33 puntos, 12 asistencias y 11 rebotes, liderando a los Angeles Lakers hacia una victoria por 128-112 sobre los New York Knicks. Este encuentro marcó la 31ª vez que LeBron se presenta en este icónico recinto, un lugar que le trae tantos recuerdos y talentos en el mundo del deporte.

La primera vez de Bronny

El gran aliciente de la noche no solo fue LeBron, sino también la esperada primera aparición de su hijo, Bronny. Aunque había estado presente en su carrera previa, esta vez el debut se dio en un clima electrizante. LeBron, quien se siente profundamente relacionado con el MSG, expresó: “Este lugar ha sido parte de mi vida durante más de 20 años. Quiero honrar su legado, que incluye tantas figuras históricas en el deporte y las artes”.

A medida que avanzaba el partido, el ambiente se electrificó con los gritos de “¡queremos a Bronny!”, lo que llevó a que el novato ingresara a la cancha con 1:50 minutos restantes. Con solo un tiro, Bronny hizo un enceste de bandeja con su mano izquierda, creando un instante inolvidable para él y para los aficionados.

La conexión familiar y un legado compartido

Bronny comentó después su emoción al anotar: “Hacer una canasta aquí… es una locura”. Aunque al principio no sentía la grandeza del lugar, la energía del público lo hizo comprender porqué su padre tiene tal devoción por el Madison Square Garden.

LeBron, que ha superado diversos hitos en su carrera, se sentía igual de emocionado por esta experiencia única. Al reconocer cuánto ha evolucionado su estilo de juego en sus 22 temporadas, hizo énfasis en que compartir esta momentos con su hijo fue “probablemente la experiencia más grandiosa de su carrera”. También recordó cuánto había perdido en los partidos anteriores de Bronny debido a su propia exigente trayectoria.

Una velada inolvidable

La noche culminó con una cena en Nueva York junto a familiares y amigos, antes de la gran presentación en la cancha. Cada punto que LeBron anotó no solo sumó a su récord sino que también se convirtió en un recuerdo imborrable para la familia James, evidenciando que a pesar del brillante legado que su padre ha dejado en la NBA, cada paso que da Bronny también será parte de esa historia.

Desde sus éxitos en la pista hasta su entrañable conexión familiar, esta noche en el Madison Square Garden fue un capítulo realmente épico para ambos. Sin duda, el baloncesto de la familia James está listo para seguir haciendo historia.