Famosos reaccionan al regreso de los popotes de plástico de Trump

Donald Trump y la controversia de los popotes de plástico

Las tensiones sobre el uso de popotes de plástico regresan al primer plano, luego de que el expresidente Donald Trump anunciara su intención de firmar una orden ejecutiva que contrarrestaría los esfuerzos del gobierno Biden para eliminar gradualmente estos artículos para 2027. En sus redes sociales, Trump se mostró contundente, afirmando que los popotes de papel «no funcionan» y clamando: «¡VOLVAMOS AL PLÁSTICO!».

El plan de Biden se enfrenta a la oposición

Bajo el mandato de Joe Biden, la Casa Blanca se comprometió a reducir el uso de plásticos desechables en todo el gobierno federal, abarcando desde popotes hasta envases de alimentos. Según este plan, se esperaba que los popotes fueran erradicados de las operaciones gubernamentales de servicios de alimentos para 2027, buscando en última instancia una reducción general para 2035. La administración confiaba en que este movimiento inspiraría un efecto en cadena que resultaría en una disminución de la producción de plásticos de un solo uso en todo el país.

¿Qué implicaciones tendrá la nueva orden de Trump?

Hasta el momento, no está claro si la nueva orden de Trump se limitará únicamente a los popotes de plástico o si afectará a medidas más amplias en relación con la reducción del plástico. Un portavoz de la Casa Blanca no proporcionó detalles al respecto, lo que ha dejado a muchos expectantes.

El origen de la lucha contra los popotes de plástico

El movimiento en contra del uso de popotes de plástico comenzó a cobrar fuerza en 2011, cuando un niño de nueve años en Burlington, Vermont, inició una campaña. Sin embargo, fue un desgarrador video de 2015, que mostraba a una tortuga marina con un popote incrustado en su nariz, lo que hizo estallar este tema en la conciencia pública.

Desde entonces, celebridades de gran renombre se unieron a la causa, utilizando sus plataformas en redes sociales para promover la campaña #StopSucking, que buscaba posicionar a los popotes de plástico como el «enemigo número uno» del medio ambiente. A raíz de esta creciente conciencia, miles de restaurantes y cafeterías comenzaron a disponer de políticas para reducir el uso del plástico, sustituyendo los popotes desechables por alternativas más sostenibles.

Prohibiciones y resistencia

En 2018, Seattle marcó un hito al convertirse en la primera gran ciudad en prohibir los popotes de plástico, inspirando a otros estados y ciudades a seguir su ejemplo. Sin embargo, muchas de estas regulaciones no fueron estrictas; varios lugares, como California y Nueva Jersey, han implementado leyes que limitan el uso de popotes de plástico, exigiendo que estos se ofrezcan solo a petición del cliente.

Kara Lavender Law, experta en investigación oceanográfica, destacó que los plásticos de un solo uso son una de las principales fuentes de contaminación en los océanos. Con el auge de las prohibiciones, también surgió una resistencia entre algunos sectores de la población, quienes ven las reglas como un ataque a sus libertades de consumo.

La estrategia de Trump ante la polémica

Aprovechando esta controvertida situación, Trump tomó una postura firme, criticando lo que denominó «popotes de papel liberales». Incluso, lanzó una línea de popotes de plástico bajo su propia marca como parte de una estrategia para recaudar fondos, ofreciendo paquetes de 10 por 15 dólares a sus seguidores.

El Competitive Enterprise Institute, un grupo de reflexión conservador, celebró la inminente orden ejecutiva de Trump, describiendo las políticas de Biden como un asalto a la libertad del consumidor. Daren Bakst, director de energía y medio ambiente del grupo, comentó que las restricciones se extendían a diversos aspectos de la vida diaria, desde los vehículos hasta los artículos utilizados para disfrutar de bebidas.

Con un intenso debate en el horizonte, la batalla por los popotes de plástico y la protección del medio ambiente continúa. Los próximos movimientos de la administración Trump podrían redefinir el futuro del uso de plásticos en las políticas gubernamentales y la relación de los ciudadanos con el consumo responsable.