Edgar Post, el famoso centenario que cautiva a su comunidad

Edgar Post: Un Centenario de Vida en Spruce Head, Maine

En el pintoresco pueblo de Spruce Head, Maine, Edgar Post ha sido una figura emblemática durante más de un siglo. A sus 104 años, su vida refleja la esencia de la comunidad que lo ha acogido desde su nacimiento en 1921.

Un Testigo de la Historia Local

Nacido en Spruce Head, Edgar ha sido testigo de la evolución de su comunidad. Recuerda cómo, en su juventud, los viajes a ciudades cercanas como Rockland eran eventos significativos, y cómo la escasez de vehículos hacía que los desplazamientos fueran una aventura en sí mismos.

De Pescador a Servidor Público

Tras completar la escuela primaria en su pueblo natal, Edgar se dedicó a la pesca de langostas, una tradición familiar. Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial cambió su rumbo. A los 21 años, se alistó en la Guardia Costera, buscando servir en el mar y mantenerse conectado con su hogar. Durante tres años, prestó servicio en Boston y Maine, incluyendo una breve etapa como farero en Green Island, cerca de Vinalhaven.

Un Regreso Triunfal a Casa

Al finalizar la guerra, Edgar regresó a Spruce Head, donde retomó su labor como pescador de langostas. Se estableció en Spruce Head Island con su esposa Helen, con quien compartió 76 años de matrimonio hasta su fallecimiento a los 96 años.

Celebrando un Siglo de Vida

En 2021, al cumplir 100 años, la pandemia de COVID-19 impidió una celebración tradicional. Sin embargo, la comunidad organizó un desfile en su honor, permitiendo a Edgar saludar a amigos y vecinos desde su entrada. Ahora, a los 104 años, la comunidad finalmente pudo rendirle homenaje con una fiesta que incluyó un pastel con el número «104» y la visita de la Guardia Costera de Rockland, quienes le agradecieron por su servicio.

Un Pilar de la Comunidad

Aunque Edgar vive solo, su hogar está siempre lleno de visitas. Su sobrino, Buzzy Kinney, en sus 80 años, lo visita diariamente para izar la bandera y compartir un café matutino. Su hija, Kelli, se encarga de su cuidado durante el día, y amigos y vecinos se acercan constantemente para compartir noticias y recuerdos. Edgar, con su característico sentido del humor, comenta sobre el estado del mundo: «Creo que es un desastre».

La vida de Edgar Post es un testimonio de la resiliencia y el espíritu comunitario de Spruce Head. Su longevidad y dedicación a su familia y comunidad lo convierten en un ejemplo de vida plena y significativa.