Ariana Grande llora de emoción tras su nominación al Oscar
Ariana Grande y su emotiva transformación en Glinda
Ariana Grande ha desatado una ola de emociones al hablar de su papel como Glinda en la adaptación cinematográfica de Malvado. En un emotivo encuentro, la cantante de 31 años se dejó llevar por las lágrimas mientras reflexionaba sobre su reciente nominación al Oscar por su primera actuación protagónica, destacando la belleza de ser reconocida y validada en una comunidad que antes solo observaba desde la distancia.
Un viaje de emociones y validación
En sus declaraciones, Grande no pudo evitar disculparse por las lágrimas que adornaban su rostro. A pesar de su éxito, con 18 nominaciones al Grammy y múltiples éxitos en las listas, siente que el reconocimiento que ha recibido por su trabajo en Malvado la lleva a una nueva fase. A medida que habla tras su máscara de Glinda, revela la lucha interna y el significado que tiene para ella sentirse vista de una manera que no había experimentado antes.
La popularidad asociada a su imagen de estrella pop contrasta con los sentimientos más profundos que lidian con su verdadero yo. «Hay un punto en el que te cansas de ser solo una persona famosa», agotada, confiesa mientras se enfrenta a un intenso periodo en la temporada de premios. Grande revela que, en su esencia, solo es «una chica de Boca» que ama el arte, y su papel como Glinda le ha permitido conectar con su verdadero ser.
La complejidad del personaje de Glinda
La exploración de su tierno personaje trae a la luz la conexión de Grande con sus propias experiencias de vida. Junto al director Jon M. Chu, ha trabajado para fusionar su historia personal con la del personaje, reconociendo las tragedias que ha enfrentado, como el ataque en Manchester y la muerte de su amigo Mac Miller. «Hemos hablado de cómo, a pesar de todo lo que ha pasado, ha continuado brindando alegría en el escenario», reflexiona Chu sobre el compromiso y la profundidad que Grande aporta a su papel.
Audiciones y la lucha por el papel
A pesar del estrellato, Grande se enfrentó a la misma incertidumbre en su audición para el papel. Tuvo que convencer a los productores de que podía interpretar a Glinda, pasando por un riguroso proceso de audición donde se le pidió que dejara a un lado su imagen de estrella pop. Con la microgestión del director, Grande se dedicó a prepararse intensamente, trabajando con entrenadores y ensayando monólogos para demostrar que podía asumir el papel.
Aunque finalmente se le otorgó el papel de sus sueños, hubo un tiempo en el que los productores se cuestionaban si una estrella del pop podría llevar a cabo un proyecto tan complejo. Grande ha estado soñando con Malvado desde que era niña, y después de un arduo trabajo, pudo presentar su versión del emblemático personaje ante el mundo.
Compromiso completo al rol
Una vez elegido el papel, Grande no escatimó esfuerzos ni se distrajo; se trasladó a Londres, donde filmó secuelas de la película en un marco de tiempo estrecho. En una decisión audaz, se abstuvo de realizar presentaciones musicales durante su jornada de rodaje, un sacrificio significativo que muestra su dedicación inquebrantable a este proyecto.
Con la entrega de Malvado: Para siempre programada para noviembre, Grande anticipa una experiencia cinematográfica más oscura que la primera parte. Con su copartícipe Cynthia Erivo en el camino, las actrices están listas para embarcarse en una intensa promoción.
La esencia teatral de Ariana
Más allá del brillo de su carrera musical, Ariana Grande ha mantenido viva su pasión por el teatro. Desde su infancia en Boca Ratón, la conexión con el teatro ha sido una constante en su vida. Con su madre guiando su amor por el arte, Grande ha cultivado su talento desde muy pequeña, formando amistades y compartiendo su amor por el espectáculo.
Ariana Grande, a través de su conmovedora interpretación como Glinda, no solo ha ganado premios, sino también un lugar más profundo en el corazón del público. Su viaje es un recordatorio de que detrás de cada estrella brillante, hay historias y luchas que merecen ser compartidas.