Sarah McBride responde con firmeza a ataques de republicanos

Sarah McBride Responde a Misgendering por Parte de Funcionario Republicano

La congresista Sarah McBride, quien hizo historia como la primera persona abiertamente transgénero en el Congreso de EE. UU., no se deja intimidar tras ser víctima de un incidente de misgendering. Durante una conferencia de prensa el 13 de marzo, McBride, de 34 años, se pronunció enérgicamente contra los ataques de algunos miembros del Partido Republicano que parecen obsesionados con su identidad.

Un Incidente Desafortunado

Este desencuentro se produjo dos días después de que el representante de Texas, Keith Self, de 71 años, se refiriera intencionalmente a McBride como «Mr. McBride» durante una audiencia congressional. Self, quien preside el panel europeo del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, estuvo en el centro de atención por su comentario inapropiado.

McBride no tardó en responder, afirmando que “no aceptaremos lecciones sobre decoro de un partido que incitó una insurrección”. También comentó con ironía que «parece que vivo en la mente de algunos de mis colegas republicanos, sin pagar renta».

Una Llamada a la Acción

La legisladora instó a sus colegas a enfocar su energía en solucionar problemas reales que enfrentan las familias estadounidenses, en lugar de participar en batallas culturales que, según ella, sólo distraen del verdadero trabajo legislativo. “Desearía que dedicaran una fracción del tiempo que pasan hablando de mí a encontrar formas efectivas de hacer que el gobierno funcione mejor”, expresó McBride.

Además, resaltó que el Partido Republicano parece estar cada vez más atrapado en “cuestiones de guerra cultural”, restando importancia a temas que realmente afectan a la población. «El pueblo estadounidense merece representantes que trabajen por resultados reales, no que se involucren en burlas propias de un patio escolar», concluyó McBride.

Un Respaldo Firme

A lo largo de la audiencia del 11 de marzo, el representante de Massachusetts, William Keating, se interpuso en la defensa de McBride, exigiendo que Self rectificara su presentación. Aunque Self persistió en su error, Keating fue firme en cuestionar la falta de respeto, exclamando: “¿No tienes decencia? No continuarás así conmigo».

En medio de este desafío, McBride compartió su perspectiva en redes sociales, manifestando su profunda gratitud por la oportunidad de representar a Delaware en el Congreso. “Nada disminuye mi admiración y agradecimiento por ejercer este cargo”, dijo. “Mi único deseo es servir y hacer un mundo mejor”.

Al final, el incidente resalta no solo la persistencia de McBride frente a la adversidad, sino también la necesidad de un cambio en la retórica política que domine el espacio legislativo.